Es que algunos clientes parecen disfrutar estrangulando literalmente al proveedor si se creen en posición de fuerza.
Y de paso aprovechan para intentar ponerse una medalla a tu costa que le sirva para ascender en el escalafón.
Y además no es lo mismo negociar con un español, que nos conocemos todos, que con un francés, un británico, un alemán, un francés, un cubano, un peruano, un norteamericano, un argelino, un tunecino o un israelí.
Cada uno tiene su propia idiosincrasia,y si no la conoces olvídate de conseguir cerrar un buen acuerdo con el.
Por mi experiencia personal, diré que si hay algo peor que un dolor de muelas es negociar con un argelino.![]()
Hacen buenos a los cubanos, y mira que estos son correosos y escurridizos en una negociacion.![]()