Como premisa resulta muy intuitivo sacar lo que falte de las pensiones de los presupuesto generales, pero como siempre, hay derivadas y efectos colaterales.
Si lo que haya que aportar a las pensiones vía presupuestos se hiciera recortando el gasto publico de otras áreas, pues estaría dentro de lo razonable, pero mucho me da que el cortoplacismo político y la traducción en perdida de votos que implicarían los recortes haría que no fuera precisamente la primera opción.
Por tanto la alternativa seria subir impuestos.
Si se suben a las empresas, pues ya sabemos el resultado, mas contratos basura para recortar los costes salariales y poder cuadrar las cuentas, con lo que al final tendremos trabajadores que cotizan menos y tendrían menos liquidez tanto para su desarrollo vital como para consumir, y ya sabemos lo que implica la reducción del consumo: empresas que cierran y trabajadores al paro.
Este par de pinceladas, así a bote pronto, no me parecen aventurar un futuro halagüeño si no mas bien plagado de sobresaltos.