Denunciar lo que considera chapuzas y chanchullos no es sectarismo, de hecho forma parte de la definición de la palabra "oposición".

Los portavoces del PP en el Congreso y el Senado, en ese caso, deben ser unos sectarios de tomo y lomo, porque no hacen prácticamente otra cosa que denunciar lo que consideran chapuzas y chanchullos del gobierno de España.