Y puestos a poner en negro sobre blanco reflexiones heterodoxas, ahí va la siguiente.

El Estado no es ningún “padre protector”, sino un mafioso que te permite vivir y trabajar en su territorio a cambio de una forzada contribución económica.

Pagas por ser “libre”, ya que si te niegas usará el monopolio de coacción y violencia de la que es dueño para encerrarte.

¿Me equivoco en alguno de los postulados?

Y luego algunos se preguntan por qué soy un liberal que propugna que el estado debe ser un ente que debe estar reducido a su mínima expresión.