osEntonces, ahora tenemos dos problemas :
1.- Las empresas, por el estado de alarma ... etc no pueden abrir y/o generar riqueza. Pongamos de ejemplo un bar de, no sé, 5 empleados. No es problema, de momento para nuestro análisis, si el propietario tributa las ganancias del bar por IRPF (rendimientos de actividades profesionales, IVA e impuestos locales aparte) o por Impuesto de Sociedades (que el bar sea una empresa y él el propietario). Quien dice un bar, dice un dentista, una tienda de fotocopias o un chino, entendedme, la fiscalidad es otro debate que podremos abordar pero ahora no creo que sea clave).
Normalmente, el bar suele estar en un local de alquiler, todos los meses tiene unos gastos que pagar (nóminas, seguridad social, alquiler ..) y puede que el día 4 marzo entre Mercamadrid y Macro, encima hiciese la compra del mes y a mediados de marzo, oiga, que Vd. no puede abrir.
¿Y los empleados? que el dueño de un bar de 35 m ¿cuántos pavos LIMPIOS se levanta al mes? Y si no levanta la persiana en dos meses, ¿qué pasa con esos empleados? y después del confinamiento, bien porque no le salen las cuentas, bien porque gana como mucho, 100 euros más que el empleado más antiguo o incluso 100, € menos, ¿abrirá?
¿qué pasa con los empleados del concesionario de nuestro coche al que íbamos a llevar la revisión de nuestro vehículo en marzo o abril?
Bien, afortunadamente, tenemos respuestas para esto, cosa que a principios del siglo XX, no existían