Y acaban de rebajar las penas a los corruptos, así que lo incentivan aún más.
Pero ya sabemos en que se gastan mucho de nuestros impuestos: drogas, prostitución, chalets a costa del contribuyente, colocar a amigos, familiares, correligionarios, bien en la administración o bien en chiringuitos a los que riegan de millones con nuestro dinero.