Una de las historias de amor más bellas del cine reciente, un prodigio de sensibilidad y contención a todos los niveles: visual, narrativo, interpretativo y sonoro. Qué maravilla esa vuelta en taxi al hotel mientras suena "Sometimes" de My Bloody Valentine, o ese impagable final con "Just like honey" de The Jesus and Mary Chain...
Y yo sigo pensando que es la mejor película que he visto éste año, y probáblemente una de las mejores de los últimos años.

Y al leer eso creo que la voy a ver esta noche.