Yo no he visto Benedetta, pero si te fijas una de las grandes obsesiones de Verhoeven desde sus inicios es provocar el escándalo, no creo que haya ningún film suyo que no pretenda ser escandaloso de una forma u otra, normalmente en los temas sexuales, la violencia desproporcionada y en menor medida (pero suele ser la que más gracia me hace) la sátira política.
Creo que en cierta medida eso se convierte en su mayor virtud y en su mayor debilidad.
Sea como sea, yo siempre duermo con un picahielos debajo del colchón. Y nunca llevo ropa interior cuando me citan a un interrogatorio.
Saludos