¿Por qué cada vez me parecen más modernas las películas antiguas?, más ricas e inteligentes, más arriesgadas, radicales e imaginativas y sobre todo menos previsibles. Debo estar sometido a un proceso de retro luminiscencia.
La película es del año 32 y se llama “The Old Dark House” (El Caserón de las Sombras) y es una muestra más del gigantesco talento artístico de James Whale en la dirección. Una extraña muestra entre el terror y un tipo de humor lóbrego pero muy divertidos, todo ello regado con ciertas gotas de críticas sociales. El argumento es sencillo, un grupo de gente buscan refugio en un caserón tras caer presa de una tormenta infernal en una comarca Galesa. Los dueños del caserón son una familia de armas tomar en el sentido más escalofriante, un criado que es una auténtica bestia humana con aspecto de buey (Boris Karloff), los dueños son un tipo vampírico y asustadizo y su hermana que es absolutamente demencial con una retrógrada visión de la vida. Pero también tienen una especie de momia animada y un hermano psicópata (tan intimidante como dicharachero) escondidos bajo llave. En una noche que amenaza con las peores pesadillas el grupo de gente refugiada se debaten entre el amor y los debates morales y románticos hasta que se desencadenan los acontecimientos por la borrachera del Bruno el sirviente (Karloff) que entre la belleza de una de las invitadas y que presumiblemente no ha catado hembra en lo que va de siglo se convierte en un violador irrefrenable.
Dirigido de forma magistral por Whale, con un estilo cercano al expresionismo en un entorno teatral pero con una fuerte impronta gótica la película deja sensaciones ambivalentes entre el terror y la pantomima. Lo que se conoce como una obra maestra, de esas que conviene revisitar de vez en cuando.
Y además cuenta con Charles Laughton
Saludos