Maravillosa ópera, todo sea dicho, casi una Ópera de cámara, tan nebulosa y elusiva como el original.
Yo soy un incondicional de esta novela y de esta película, siempre me ha parecido fascinante ese tipo de obras que te toman el pelo pero no eres capaz de saber cómo o cuando. Una historia de fantasmas sin fantasmas, niños que manipulan a los adultos con tanto candor como malicia, una institutriz tan horrorizada ante la corrupción a que son sometidos los niños como fascinada ante la perversión de los tutores (¿pero qué es lo que les hacían exactamente?).
No está nada mal por una cantidad de dinero moderada.
Saludos