Cita Iniciado por Ludus Magnum Ver mensaje
Me la apunto!!!

Hace poco vi un documental que trataba precisamente del tema, de cómo un tío montó una clínica del tratamiento del dolor y vendía la oxicodona a diestro y siniestro.

Llegó a ser muy rico, él y su socio, comprando coches de lujo, yates, mansiones, etc.

La oxicodona es un medicamento que se utiliza para el tratamiento del dolor y, que bien usado, es muy beneficioso para el paciente. Al igual que puede ser la morfina, del que un servidor se ha beneficiado cuando estuvo ingresado en el hospital.

Pero claro, nadie puede determinar a ciencia cierta si alguien tiene dolor o no. Normalmente, un médico para poder realizar un diagnóstico adecuado, tiene que estar con el paciente una media de dos o tres meses para ofrecerle un tratamiento.

Pues bien, esta gente lo que hacía era contratar médicos a los que pagaba muy, pero que muy bien, para que simplemente repartieran la receta con únicamente dos días de consultas. Además, ellos mismos eran los distribuidores de la oxicodona. Vendían este medicamento como churros. Y la propia farmacéutica que fabricaba el medicamento no decía nada porque también se beneficiaba de ello.

Su éxito fue tal, que la gente venía de otros estados sólo para adquirir el medicamento y, la mayoría de ellos, reconocían que no tenían dolor alguno, que sólo iban ahí porque podían fácilmente agenciarse las pastillas.

Al final, los pillaron y los metieron en la cárcel, pero costó muchos años conseguir procesarlos porque, en realidad, lo que hacían era legal.
Así es, el tema del tratamiento del dolor es un asunto de la mayor transcendencia y que preocupa y afecta a mucha gente. La cuestión es que hay que encontrar un balance muy cuidadoso entre el remedio y la enfermedad, lo que en el caso que nos ocupa se omitió de una forma radical, de tal manera que sustituías el dolor por una adicción letal. No me gusta revelar cosas que afectan a la trama pero haré una excepción con esto, aquí el problema es que el marketing de este medicamento pivotaba sobre dos argumentos claramente falsos, el nivel de dependencia que aseguraban era menor al 1% y la dosis debía ser ajustada a las necesidades del paciente sin riesgos, todo ello con el aval de la FDA, que viene a ser lo que es la agencia Europea del Medicamento. El resultado de este desmadre es que llegó a prescribirse hasta por los dentistas o casos muy bien documentados de jóvenes deportistas con lesiones dolorosas que fueron convertidos en adictos.

Una anécdota personal sobre este tema, en el primer trabajo serio que tuve entré con un compañero de promoción de teleco y cuando llevábamos algo más de un año se cambió a un laboratorio para hacer de visitador médico y me insistió para que me fuera con él, ganando un pastón tremendo. A mi no me seducía la idea porque no tenía nada que ver conmigo y además ya ganábamos un salario bastante curioso. Estos visitadores son esos chicos jóvenes, guapos y tan bien arreglados que ves por los hospitales y centros sanitarios visitando a los médicos para contarles las maravillas de su portafolio de pastillas mágicas y remedios. Me sorprendió comprobar por esta serie la similitud del funcionamiento de nuestros visitadores con los de USA, que son prácticamente iguales. Recuerdo que me contaba que ellos controlaban a los médicos recabando la información de las farmacias de cada zona, seduciéndoles con sus "encantos" para que les informaran de las recetas y médicos que hacían las prescripciones, en fin, las triquiñuelas típicas de cada sector. Por supuesto muchas invitaciones para convenciones médicas en lugares exóticos y a menudo opulentos. También recuerdo que había ciertas diferencias sobre el tipo de funciones (y salario) que existía en diferentes países con respecto a este trabajo, si mal no me equivoco en aquellos momentos en Alemania la prescripción no dependía del médico directamente sino de una lista que ofrecía el sistema sanitario por lo que los salarios (y comisiones) de los visitadores era muy inferior al de los visitadores en España.

Saludos