Teniendo en cuenta que de momento sólo tengo equipo estéreo, citaría a favor del SACD su estupenda calidad de sonido, mayor sensación de tridimensionalidad, aireación, suavidad y equilibrio tímbrico y muy especialmente un timbre de los medios bajos sedoso y terso. En una palabra lo que se suele denominar "sonido analógico".

El DVD-A comparte parte de estas virtudes, pero con el inconveniente de que muchos de ellos están en "baja resolución", más teórico que real. Me parece peor que por el lío de menús y pistas de distintas resoluciones para mantener la compatibilidad con DVD-video las transiciones entre pistas originan más ruidos producidos por la mecánica del lector. Me gusta que añaden videos extras.

Pero globalmente hablando, me parece más apropiado para clásica y jazz el SACD, mientras que para música moderna el DVD-A quizás sea más versátil.