Felicidades, lucky. Primero, por el post estupendo que te has currado. Segundo, o primero mejor, por tu estancia en una de las ciudades más maravillosas del mundo. Tengo la inmensa suerte de haberla pateado a fondo, pero de eso hace ya tiempo y me has hecho recordar muy buenos momentos, entre ellos la asistencia a la representación de la ópera Mefistofele, de Arrigo Boito, realmente difícil.

El único abuso del que hay que tener cuidado en Viena es del Heuriger o vino dulce del año, que se escancia generosamente en los deliciosos restaurantes que hay instalados en las pequeñas villas de las afueras...

Con todo, desconocía que Vivaldi falleciera en Viena, qué cosas. Allí todo es Mozart, Verdi y la Ópera, los Strauss, ...