Malcom McClaren, ese londinense de pura cepa y uno de los más destacados caraduras, vendeburras y manipuladores del pop que siempre tuvo un olfato notable para saber por donde se moverían las tendencias en la escena musical juvenil fue en primera instancia manager de los míticos New York Dolls norteamericanos, inventor de los Sex Pistols y la moda punk (desde su tienda SEX en Londres), manager y mentor de Adam & The Ants, los Bow Wow Wow y creador de algunos discos bastante cuestionables (la horrible versión de Madame Butterfly) además de varios actos bastante lesivos. Pero hete aquí que resulta que en el año 83 lanzó un disco más representativos y en cierta manera innovadores de los 80s, el "Duck Rock" del 83, el cual funcionó como un crisol de lo que sería la música de la época y que fusionaba en un maravilloso collage todas las tendencias de la música urbanas, étnicas y tradicionales del globo. Una verdadera joya que conviene tener a mano para rememorar una época de cambios. Todo el disco es una pura remix, música sudafricana (antes de Paul Simon), Breakdance, Scratching, Country Dance, Hip-hop.... Realmente el mérito de la parte musical (aunque no conceptual) debería de correr a cargo del famoso productor Trevor Horn (The Buggles) y un dúo puntero de Disk Jockeys neoyorquinos que introdujeron las técnicas de rascado y mezcla de discos que tanto influyeron en el hip-hop.

Lanzaron dos singles que tuvieron bastante éxito. El primero de ellos fue el Buffalo Gals, una instantánea de lo que se cocía en las calles del Bronx y que sonó en todo el globo anunciando las nuevas tendencias de baile y música.



Y el siguiente que yo considero una auténtica maravilla, el "Double Ducht". Este tema demanda una explicación, el título se refiere a algo indescifrable (aunque literalmente es Holandés Doble) pero que se aplicó a una modalidad de salto de comba que se popularizó en los colegios del Bronx y de Brooklyn para un público mayoritariamente negro que llegó a gozar de tanta popularidad que se llegó a presentar como modalidad olímpica y se presentó como una alternativa a las drogas y la delincuencia para la juventud.

La música es maravillosa, un tema tradicional sudafricano que presenta esa mezcla melódica y rítmica del país con esa especie de gospel tan típico de esa música. Pero lo realmente grande es el video, rodado en los verdaderos colegios donde se practicaba esta modalidad con chicas de verdad. A mi realmente me resulta emocionante porque de alguna manera me recuerda a mi propia hija que era una gran saltarina de comba. Uno de mis videos musicales favoritos de toda la vida.



Saludos