El techo no solo es un sitio ideal para disfrutar del bailes y fiestorras, también se acumulan las pelusas y pesadumbres que nos rodean, lo que me permite introducir el clásico Blues of Ceiling de Fred Neil en la versión de Karen Dalton, la conocida como la Hillbilly Billie Holiday (algo así como la Billie Holiday garrula o paleta). Pocos personajes tan míticos y legendarios como esta cantante folk-blues mezcla de ascendencia cheroki e irlandesa y una muy competente guitarra y banjo. Con una exigua discografía, sin contratos y con una vida dramática marcada por la heroína que la llevó a una muerte prematura.
Nacida al amparo del Greenwich Village neoyorquino, pocas artistas tienen un pedigrí tan cool e impecable como ella. Solo dos discos en estudio, el “It's Hard To Tell Who's Going To Love You The Best” del 69 grabado de forma clandestina en un estudio durante sesiones de ensayo y esa obra maestra del country soul del 71 llamada “In my own Soul”. Su lista de admiradores es impresionante; Dylan, Tim Hardy, Nick Cave, Lenny Kaye, Lucinda Williams, Devendra Branhart, Cat Power…
Líneas vocales largas, sostenidas y sin apenas vibrato no solo recuerdan a Billie Holiday sino al fraseo que Miles Davis extraía de su trompeta con sordina, ralentizando el tiempo y el espacio añadiendo desesperanza y profundidad a la tristeza que transmiten sus interpretaciones. Los discos tienen un sonido descarnado y puro que rememoran un sonido de blues prehistórico y folk contemporáneo.
Música para insomnes afligidos, cuyo cielo es el techo.
Saludos