Hola a todos.

Aquí estoy, preparado para intentar transmitir lo que viví ayer por la tarde.

Obra: L'Orfeo, Favola in Musica de Monteverdi (versión concierto)
Orquesta: Concerto Italiano
Director: Don Rinaldo Alessandrini
Lugar: Sala de Conciertos de la Sociedad Filarmónica de Bilbao
Hora: 20:00

No había estado nunca en esta sala de conciertos, de hecho ni conocía de su existencia. Es ésta:


Está pensada básicamente en música de cámara. Mi situación en la sala: centradita en la fila 10, perfecta.

Cuando voy a escuchar algo en directo, me gusta hacerme con varias versiones antes del concierto y estudiármelas lo mejor que puedo. En este caso, dadas las prisas, no tuve ocasión de hacerlo. Así que iba a escuchar la ópera totalmente "virgen". Eso me preocupaba un poco ya que cuando no conozco bien la obra, tiendo a distraerme más de lo que me gustaría.

Bueno, pues no tenía ningún motivo para preocuparme porque lo que allí sonó, me tuvo más que atento cada segundo de las dos horas largas.

Y la cosa empezó..... Allí salió la orquesta. Pocos efectivos: 2 violines, 2 violas, 1 violonchelo, 1 violón, 3 chitarrones, 1 ceterone, 1 arpa doble y dos claves en cuerda. 2 cornetas, 4 trombones, 2 flautas y un órgano en viento. Bueno, y un "regale", que no sé qué es. De los de viento, sólo las flautas y el órgano estuvieron presentes casi todo el tiempo.

Después, salió Don Rinaldo y la música empezó.

Necesité unos momentos para acostumbrar mi oído a la música en directo, siendo consciente de que lo que estaba sonando no es lo mismo que suena en mi salón. Valoré si lo que yo oía me sonaba mejor que lo que oigo en casa y llegué rápidamente a la conclusión de que me gustaba muchísimo más lo que allí se oía. Siempre me hago esa valoración, y no siempre son iguales los resultados. Así que un diez para el sonido de la sala de la Filarmónica.

Bastó con la breve tocata inicial para concluir todo eso y ya, me dejé llevar. Y así, poco a poco, mientras Orfeo bajaba a los infiernos a rescatar a su amada Eurídice, yo iba subiendo al cielo temblando por la emoción.

Tenía altas expectativas de la orquesta y su director y no defraudaron. La música durante toda la tarde fue maravillosa. Como os decía, no conocía la obra, y su música, no tiene nada que ver con una ópera de las que estoy más acostumbrado.

La orquesta estuvo sublime en todo momento. Bueno, en un par de ocasiones chirrió uno de los violines, pero en el conjunto, se perdona eso y más. En el contexto que estaban, se podía oir el más mínimo sonido disonante.

Y el director ......., ¡qué director!. Cómo parecía disfrutar con lo que hacía. No paró. Vivió la música. A la vez dirigía la orquesta, a los solistas, al "coro", o tocaba el clave o tocaba el órgano. Un espectáculo verle. Y todo con un entusiasmo y una energía que llamaba la atención. Dirigía con las manos, con la cabeza, o con todo el cuerpo. Maravilloso.

De los que no conocía nada era de los solistas y coro. La verdad es que conozco muy poquitos, con lo que no es difícil. No eran más que 10 en total. Algunos hacían varios papeles (solistas menores o ninfas / pastores o espíritus). Era versión concierto. Sólo alguno en alguna ocasión salió con su libreto. Iban entrando y saliendo del escenario según les tocaba cantar ya que los 10 no cabían bien en el escenario. Aún siendo versión en concierto, interpretaban su papel perfectamente con la voz, con la cara o con las manos. Impresionantes todos.

A destacar: Furio Zanasi en el papel de Orfeo. Menudo barítono. Hacía que cantar de esa manera parezca algo facilísimo, al alcance de cualquiera. No pareció esforzarse en ningún momento. Llenaba toda la sala con su voz sin dificultad. Una gozada. Especialmente la parte en la que le canta a Caronte, suplicándole que le deje cruzar las puertas del infierno.

Sara Mingardo, en los papeles de mensajera y Esperanza. Una maravillosa mezzo, que también hacía que cantar parezca una tontería. Una voz preciosa. Maravillosa en el momento de dar la noticia de la muerte de Eurídice.

Sergio Foresti, bajo: Caronte, pastor y espíritu. Sobrecogedora voz.

Y eso por destacar algo, porque como digo, todos estuvieron impresionantes.

Total, que una tarde maravillosa. Guardaré en mi recuerdo esta representación con mucho cariño. Vamos, que yo creo que hasta le hubiera encantado al amigo leropower, y con eso lo digo todo.

Un diez también para la Sociedad Filarmónica. Un respeto absoluto durante el concierto y una ovación de las que pone los pelos de punta. Ni un sonido. Al empezar la función, la voz que pide que apaguemos los móviles pidió que "se amortiguaran al máximo los ruidos, especialmente la tos". De hecho, el panfletillo que daban pone lo siguiente en sus "Notas importantes":

Notificamos a ustedes que, durante una prueba que hemos realizado en la Sala, una simple tos, en medida instrumental, equivale a la de una nota mezzoforte emitida por una trompa. Sin embargo, colocando un pañuelo delante de la boca, ese mismo sonido se equipararía al de un ligero pianissimo.
Un saludo a todos.