Lo que concluyo provisionalmente, teniendo en cuenta mi muy precario nivel de inglés, es que los músicos y los jerifaltes de las compañías de discos adolecen del mismo mal: fañta de creatividad y de imaginación.

Debe ser por falta de medios.

Y es que es mucho más fácil declamar y rasgarse las vestiduras ante la piratería, reclamar soluciones "solidarias" al Gobierno en forma de cánones y planes antipiratería para hacer frente a la competencia desleal de Internet, prohibir las P2P, organizar cada x tiempo un concierto solidario y manifestarse en contra de lo que sea que hacer buena música. Si por lo menos hicieran esto último, lo demás se podría perdonar.

Hoy en día es más fácil y barato que nunca editar un disco. De hecho, las reediciones de discos de música clásica en SACD o DVD-A que teóricamente son muy caras por el coste de los equipos y el pago de regalías a los titulares de las patentes, se venden a precios irrisorios, sin promoción alguna y eso que son tiradas muy limitadas y dirigidas a un público selecto al que en teoría no le importa pagar más. Pero claro, entre pagar 8,5 euros por SACDs de clásica llenos hasta los topes con versiones de referencia en muchos casos o 5 euros en casos extremos (RPO) y 18-24 por un/a niñato/a que da grititos delante de un micro mientras suena un tachún tachún de fondo hecho con ordenador hay un abismo.

El problema es que la industria musical, desde los autores hasta los distribuidores no ofrecen al gran público la mercancía que demanda. Porque la gente, tiene tela y ganas de gastar, pero eso de usar y tirar hace muchos años que lo inventó Zara: ropa de termporada a precio módico. El que quiera marca, que la pague.

Y no oigo yo todos los días a los textileros quejándose de la piratería (y hay tanto o más que en la música) ni reclamando a la UE que vuelvan a poner cupos y aranceles a las importaciones de China.

Que se reciclen, bajen de su pedestal y se preocupen de servir productos que interesen a ese pueblo al que tanto dicen querer y por el que tanto dicen preocuparse (aunque lo desprecian olímpicamente, ¿no es acaso ese "pueblo" el que copia ilegalmente hasta abrasar las tostadoras?)