A ver si ahora no se me borra todo > >

EMHO el panorama de formatos antes de la aparición del SACD y del DVD-A era el siguiente:

- Formatos de sonido:

- El CD, que proporciona una extraordinaria calidad en estéreo, con los últimos avances de masterización y procesamiento digital introducidos en los estudios de grabación. Superior al vinilo, por cuanto en prueba ciega igualando niveles es imposible distinguir un vinilo de su copia en CD-R hecha con el ordenador.

- El DVD, que proporciona aún mejor calidad en estéreo (hasta 24/96), pero mediocre calidad en multicanal, con sonido comprimido, para música, aunque la calidad es sobrada para cine.

- Ninguno de los dos formatos han acabado definitivamente con el vinilo, que queda como formato residual elitista (y de los DJ's), pero en el que salen contínuas reediciones limitadas a precios caros, aparte de la posibilidad de adquirir muchísimos títulos de segunda mano.

- Formato de imagen:

- El difunto Laserdisc.

- Los formatos sobre CD, VCD y SVCD, de calidad comparable a la del VHS o algo mejor en este último caso, en que se apuran las posibilidades de los formatos PAL y NTSC.

- El DVD que ha arrasado a nivel comercial a los anteriores.

Si hablamos en términos de calidad pura, podemos decir que la del CD en estéreo es prácticamente imposible de superar, mientras que el DVD muestra sus carencias en dispositivos de gran diagonal a partir de las 50 pulgadas, o antes si no está bien producido. El reto en sonido es conseguir un multicanal musical de calidad equiparable al estéreo, y aquí surgen el DVD-A y el SACD y en imagen, conseguir mejorar la resolución de los DVDS, lo que se consigue con el Blue-Ray el HD-DVD.

El DVD-A es un formato casi muerto. La protección inicial anticopia pronto fue burlada y se dejaron de editar títulos en este formato. Establecida una nueva protección, tiene nuevos bríos, aunque algunos sean de la mano del estrafalario DUALDISC. el SACD ha tenido una vida digna y ha encontrado un hueco en el mercado de la música clásica y el jazz y en mucha menor medida, en el pop-rock.

En la actualidad, a todos los formatos les ha salido un durísimo competidor: El Internet de banda ancha. Aquí entra el "no formato", las tarjetas de memoria, los innumerables codecs de compresión con y sin pérdidas, el DivX y el XViD, etc. De momento, el DVD está resistiendo bien, por su mayor calidad y la política de rebajar precios y discriminar precios con ediciones coleccionista-especial, básica, etc. El cine, se va poco a poco a pique, algunos títulos empiezan a salir a la vez en cine y en DVD. El CD se vende cada vez menos.

El futuro del mercado de video es claro: video bajo demanda a través de banda ancha, ¿para qué amontonar cientos del DVDS de películas en casa que veremos no más de tres veces si podemos verlas cuando queramos en calidad HD con tarifa plana? (Imagenio, videoclub virtual a lo bestia). Lo mismo con la música, aunque aquí no se puede prescindir del todo de la portabilidad (coche, incluso mp3) y a diferencia de lo que ocurre con el video, no nos cansamos de oir una y otra vez nuestros discos favoritos).

En esta tesitura los formatos físicos tenderán a ir desapareciendo en favor de discotecas y videotecas vittuales, conforme la banda ancha multiplique sus posibilidades actuales.

En mi opinión, el SACD tiene dos opciones:

- Convertirse en un soporte estandar, masivo. Fracasará porque no desbancará al CD y no podrá competir con los formatos virtuales.

- Convertirse en un formato elitista, con "pocas" pero escogidas grabaciones e intérpretes, con mezclas multicanales de gran calidad que permitan disfrutar de la música en tres dimensiones, sin las limitaciones del estéreo. La verdad es que no es caro, comparado con el CD y muchísimo más barato que el vinilo. Que no salen muchos títulos, ¿no firmaríamos con que se sacaran 10.000 buenos y tener no más de 1.000 en nuestras casas? Lo demás, lo tenemos en la banda ancha. La evolución puede venir de la mano del "multiángulo", la posibilidad de remezclar canales a nuestro gusto, etc. Pero lo más importante es que las grabaciones y la producción estén super cuidadas y aquí, tras unos intentos iniciales de poner cualquier cosa en DSD, parece que la batalla está ganada.