En los 80s, y durante unos pocos años, The Smiths era una banda ochentera británica que no quería parecer ochentera. Británica sí, aunque tampoco mucho
Su mayor éxito, tanto de público como de crítica, llegó en 1985 con la publicación de 'The Queen Is Dead'. Aunque fallaron por unos 37 años de nada en su afirmación, es un trabajo excelente, que ha ido creciendo con el paso del tiempo.
Entre las canciones del LP hay una que siempre me ha parecido fantástica, y sea tal vez la más conocida. Se trata de "There Is a Light That Never Goes Out", una joyita capaz de condensar mucho en tan sólo cuatro minutos:
Los Smiths se separaron poco después y, en una infrecuente muestra de buen gusto, nunca se han vuelto a juntar.