Una de las colaboraciones más fructíferas e importantes que se han dado en el jazz, la del arreglista y orquestador Gil Evans con Miles Davis. Una aproximación orquestal más cercana a la música clásica y con el acento puesto en unos tiempos mucho más relajados y con mucho espacio y colores tonales más ligeros. Una colaboración que dio lugar a nuevos estilos como el Cool, el Jazz Modal y otras variantes sobre el que fundamentó su desarrolló Miles Davis que encontró un perfecto encaje a su técnica y estilo instrumental más lleno de espacio y matices, con mayor economía de notas y precisión en contraposición al vertiginoso y torrencial lenguaje del Be-Bop de Bird y Dizzie Gillispie. Una asociación que ha dejado grandes obras y discos imprescindibles. Pocos músicos han hecho un empleo tan musical del silencio en la música, la densidad y profundidad del espacio como un elemento físico y emocional. Por seleccionar uno de los más brillantes y cercanos a nosotros recomiendo el “Sketches of Spain”, una obra dedicada a nuestra música y cultura, con una gran lectura del famosísimo Adagio del Concierto de Aranjuez (la cual no fue del agrado del Joaquín Rodrigo), la canción del Fuego Fátuo del Amor Brujo de Falla y algunas versiones de temas inspirados en el flamenco como la Soleá y la Saeta. Esta última es mi favorita personal de este disco y una auténtica maravilla de una lectura propia sin perder ni un ápice de hondura y magia flamenca.
Saludos