Yo me quedo con Shostakovich y su n8:
El de Cartas intimas recuerdo que lo llevaba al insti en un casete con mi walkman sony, que tiempos!
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Sí, también me gustan los cuartetos de Elliott Carter, especialmente el número cuatro, que tiene una estructura realmente muy interesante. Por cierto, que Carter tenía ya casi la misma edad de Janacek cuando compuso sus 'Cartas íntimas', y aún escribiría su último cuarteto, el quinto, varios años después, cuando ya contaba con 87 años. Este es el cuarto, en youtube:
Yo me quedo con Shostakovich y su n8:
El de Cartas intimas recuerdo que lo llevaba al insti en un casete con mi walkman sony, que tiempos!
Lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien
DALÍ
Grande ¡, los quince cuartetos de Demetrio son una de las obras capitales del xiglo XX, un mosaico de angustias, humor sardónico, esperanza, decepción y terror. Yo los que visito con más frecuencia son el 1, el 3, 4, 7 y 8.
Es curiosa la comparación entre los cuartetos post Stalin con los previos.
Yo en el insti escuchaba a los Sex Pistols y ABBA, luego ya me eché a perder.
Saludos
Esto es más que una pieza suelta, pero el Mandarín de Bartok es asombroso (como toda su obra por lo general). Una muestra de primitivismo y refinamiento en formato de suite, danza, pantomima o estirando las definiciones el esperpento tremebundo.
Hollenius eres la prueba viviente de que el ser humano no tiene límites en cuanto a superación y esfuerzo se refiere. En cambio yo tomé una serie de malas decisiones que me han llevado a la triste situación actual.
Pero no todo está perdido ¡¡¡¡¡¡¡. Tengo un disco del fabuloso artista con la mezzosoprano Kiki Dee que me ha hecho pensar mucho. Creo que ya estoy preparado para abordar obras de mayor envergadura como el "Cocodrile Rock" aunque no sé si mis rodillas estarán a la altura del desafio.
Podríamos entrar en debates sobre si el opus 131 es la cima de la composición de la cultura occidental, o si el 127, o la cavatina del 130 pero yo recomiendo la gran fuga porque me parece de todo punto inexplicable que alguien pudiera haber concebido una obra como esta en el 1826. Más que vanguardia, anticipación permanente o premonición suena como si hubiera ido de la "A" a la "Z" saltándose todo el abecedario.
Pagaría por ver las caras de sus coetáneos cuando escucharon esta tonadilla
Esta es la interpretación del Cuarteto Italiano, que es un buen sitio para empezar. De hecho yo he terminado en ellos
Algo más ligerito pero muy disfrutable. La Banda sonora del Drácula de Coppola por el compositor polaco Wojciech Kilar. Este es el Vampire Hunter que hace de Leitv Motiv músical del conde cuando se pone turbio. Ominoso y climático, graduando el horror de forma incremental.
A mi la película me gustó mucho, parece un musical sin números de baile o que sustituye los bailes por mordiscos y de un romanticismo exacerbado.
Lo verdaderamente extraordinario es como evitó que le dieran el óscar por mejor banda sonora.
Esto es un aperitivo del interesantísimo compositor mexicano Silvestre Revueltas. Todo un personaje, recuerdo una entrevista que le hacían donde le preguntaban sobre una composición suya (Redes o Música para charlar) que respondía; cuando compuse esa obra tenía una idea muy concreta de su significado pero ahora no consigo recordar nada...
La Toccata de Prokofiev tocada por un androide oriental de quinta generación. Percute como un martillo neumático con la precisión de un cirujano plástico.
A los 30 segundos uno acaba agotado de la tensión.
El quinteto de piano Nº 2 de Bohuslav Martinu, coetáneo de Janacek y más asequible. A mi me llaman la atención sus dos tríos de cuerdas especialmente.
Una quinteto de cuerda con saxofone del año 2007 de la siempre interesante Ellen Zwilich, compositora norteamericana. Ha transitado desde su primer atonalismo a pastos más concurridos. Eso que llaman post románticismo (y post expresionismo, añadiría).
Todo lo que ha hecho es muy aprovechable y a mi en particular me encanta su concierto para trombón.
La música del Renacimiento se ha ido popularizando en las últimas décadas, hasta alcanzar en nuestros días un reconocimiento muy importante.
Uno de sus principales compositores, en este caso del Renacimiento tardío, ya a finales del siglo XVI, es Carlo Gesualdo, príncipe de Venosa. Además de sus talentos musicales, Gesualdo es famoso por el asesinato de su esposa, María de Avalos, junto al amante de María, el duque de Andria. Esta historia se ha llevado varias veces a la ópera, recientemente por Sciarrino, Schnittke, Dalbavie...
Pero escuchemos a Gesualdo, en uno de sus madrigales que han cruzado un abismo de más de cuatro siglos, hasta llegar a nosotros:
El tenor francés Roberto Alagna publica su último trabajo, un homenaje al legendario cantante Enrico Caruso, donde revisita algunas de las arias más representativas en su carrera (la de Caruso, no la de Alagna).
Y, como introducción, esta bonita versión de la conocida canción "Caruso", de Lucio Dalla, adaptada a la voz y el estilo de Alagna:
Don Giovanni de Mozart/Da Ponte, la ópera atinadamente presentada como Drama Jocoso. Esto es como tener sentados en la misma mesa a Cervantes y Shakespeare. ¿Qué se puede decir de una obra que comienza con una violación, continua con un asesinato y aparecen zombis, infiernos y mujeres atormentadas que se debaten entre el amor terminal y el despecho. Da Ponte ejerciendo de Billy Wilder en una profunda reflexión sobre la naturaleza humana y la existencia, en la que un Don Juan ahonda irremisiblemente en su degradación con una sonrisa sincera y despreocupada. La condena antes que la inocuidad.
Esta es la maravillosa aparición del Comentatore, que le hace a uno preguntarse si hubiera existido Wagner como tal sin esta ópera.
Ah, se me olvidadba, la música tampoco es muy mala.
Don Giovanni, A cenar Teeeeeeco ¡¡¡¡¡