Si principalmente vamos a ver contenidos de televisión convencionales, elegir una pantalla del formato 4:3 probablemente es la mejor elección. Sin embargo, si queremos ver películas y poder acercarnos a una experiencia de cine real con películas de alta calidad en DVD, deberíamos indudablemente elegir 16:9. Para ver la televisión normal en ambientes variados no hay ninguna tecnología que nos ofrezca tan buena calidad de imagen, por un precio tan reducido, como la CRT. Pero cierto es que su tamaño y peso resultan molestos y cada vez demandamos más funcionalidades multimedia y tamaños mayores.

Aunque el precio actualmente es bastante más elevado, el LCD parece ser el sucesor natural del CRT para tamaños tradicionales y un uso más habitual. Existe una oferta enorme de LCDs, plasmas, proyectores o retroproyectores. Y si queremos asegurarnos de poder ver con máxima calidad la nueva Televisión de Alta Definición (HD o HDTV), tenemos que optar por una pantalla con una resolución de 1920 x 1080 píxeles. Adicionalmente, lo que nos tiene que orientar es el tamaño, los ángulos de visión, las condiciones ambientales, el tipo de uso, la calidad y duración del equipo y, evidentemente, también el presupuesto del que disponemos. Salud