Lo cual no quiere decir que los argumentos que expongo sean falsos ni secundarios. La industria esta montada de forma que lo que se venden son copias, no películas.
Si quiero una película (ya sea en
BD, DVD o VHS),
me obligan a comprar un producto físico que luego me ocupa en casa un espacio que yo no tengo o sencillamente no quiero dedicar a eso, pagando por unos costes de fabricación del soporte, del control de calidad del mismo (supongo, espero), de la cajita, del empaquetado de todo, del almacenaje, del trasporte a las tiendas, de los impuestos que tienen que pagar las tiendas, de los gastos de alquiler y personal de las tiendas... y encima me hace ir físicamente a un sitio a comprarla (que igual me pilla de paso, o igual no, en cuyo caso es una molestia).
Yo no veo por qué tengo que pagar todo eso cuando yo no quiero nada de eso (que habrá quien sí, el coleccionismo me parece un hobby tan bueno como cualquier otro pero que a mí no me apetece adquirir a la fuerza). Yo lo que quiero es ver la película, y hoy día con una conexión de banda ancha en casa, perfectamente podrían mandarme su contenido, cobrándome a un precio lógico (evidentemente muy por debajo de los 30 eur por
BD que estamos acostumbrados a ver), y gustosamente lo pagaría.