La buena noticia es que no te vas a equivocar. Cualquiera de los dos es una buena compra. Ninguno es perfecto, claro, pero ambos te dan una calidad razonable por el dinero que inviertes.
Ya es un tema personal. Por ejemplo, para ver cine pues es algo mejor la Sony, que además lleva Dolby Vision. Para jugar, pues seguramente te compense más la Samsung.
No hay que darle muchas vueltas, coge la que más te haga tilín, y a disfrutar de la compra.