El problema creo que es de concepto, tenemos tendencia a querer comparar el proyector a la tv e incluso a plantearnos el proyector como sustituto de la tv, y, en mi opinión, esto es un fallo.
Hasta hace un escaso mes, tenía una oled de 55 y un epson eh-tw9400w, es decir, eran una tv y un proyector de gama alta, y el proyector estaba acompañado de una pantalla de 106” gris, para mejorar el contraste ya decente de por si del proyector (aún que en un salón no acondicionado, todo hay que decirlo)
Debido a que me he mudado de país tuve que deshacerme de ciertas cosas para simplificar la mudanza, y no verme limitado por la instalación a la hora de escoger piso.
Desde hace unas dos semanas disfruto de una oled cx de 77”, y saco varias conclusiones de todo esto:
-aún que no echo en falta pulgadas, echo en falta la experiencia “cine”
-se ve mucho, MUCHÍSIMO mejor que el proyector, y me gasté mucho dinero en el proyector, más de lo que me ha costado esta nueva tv incluso
-en mi día a día prefiero la tv al proyector incluso para ver series, pero cuando llega ese momento “cine” de hacer palomitas y tragar una buena sesión de cine… echo de menos el proyector.
No podría elegir entre uno y otro, es muy subjetivo a la situación de cada uno, pero si se consume tdt (en mi caso no) o se juega habitualmente, el proyector no es indicado para esto, ahora, para la experiencia cine, creo que no se puede pensar en otra cosa que no sea proyector.
Dicho esto, no todo el mundo puede permitirse tener ambas cosas, por un tema económico, por espacio, o por convivencia…. Jajaja
También tenemos los proyectores ust con pantallas fresnel, que es un acercamiento bastante interesante de ambos mundos, aún que creo que el futuro son los paneles modulares microled para poder simplificar el tema logístico (no os imaginaís la historia que ha representado subir la oled de 77 al ático…)
Un saludo!



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