Obviamente, cuanto más grande es la sala, más potencia se necesita. Pero si tenemos un altavoz pequeño pero muy sensible puede dar más potencia que uno grande y poco sensible. En este caso hay que prestar atención a la potencia sonora de la caja, no a su tamaño. Es que las diferencias entre altavoces son enormes, algunos necesitan cuatro veces más potencia que otros para sonar igual de fuertes.