(Sigo).
Como digo, no estoy de acuerdo con la ecualización, por lo siguiente.
Yo mismo llevo varios años trasteando con un par de receptores AV, utilizando las ecualizaciones que se incluyen, por supuesto, Audyssey. ES precisamente, el resultado de ese proceso el que me ha llevado a olvidarme de los AV para estereo y comprarme un ampli dedicado que, como digo, quizás no ofrece la diferencia de calidad que me habían vendido pero que me satisface más. Y es que el sonido de las ecualizaciones, mejor o peor, me resulta siempre como algo muy artificial. Ya se que se puede mejorar mucho el resultado sobre el que yo he obtenido con otros sistemas, pero es que creo que el tema de la ecualización parte de un presupuesto falso.
Siempre se dice que lo que se intenta con ello es reproducir las condiciones en las cuales fué grabada la música, obteniendo una curva lo más plana posible, lo que implica modificar los valles y picos derivados de la interacción entre las cajas y la sala. Pero es que existen muchas más interacciones que las cajas y la sala. Existe la interacción con el propio oyente, que, salvo que en una sala dedicada quede anclado a una butaca ubicada en un lugar fijo, cambia, como es mi caso, de asiento en un sofá de 3 plazas, que incluso, oye música desde otro sofá perpendicular al primero, que lo hace desde la mesa mientras come o que, incluso, está entrando y saliendo del sofá mientras recoge la casa. Pero, por encima de todo ello, hay una interacción qeu siempre se olvida: el volumen. La música está grabada a un volumen más o menos referencial que se identifica con el "0" de los amplificadores y tu, cuando ecualizas, obtienes esa curva a partir de unos tonos emitidos a ¿cuánto? ¿75 decibelios?. Me da lo mismo.. en todo caso, a un volumen dado.
Incrementos y, sobre todo, disminuciones de ese volumen implican importantísimas modificaciones en el espectro tonal. Cuanto más bajas el volumen más desaparecen los agudos y, sobre todo, los graves, respecto de los medios.
En mi casa, según las mediciones de Audyssey, siempre había un exceso de graves, por lo que las ecualizaciones me reducían algún decibelio en las notas más graves. Una disminución que siempre echaba imperiosamente en falta cuando, como es habitual, escucho música a un volumen que dificilmente supera los 50 decibelios.
A lo que voy es que la ecualización es un trabajo que realizas para una "foto fija". Se obtiene la mejor respuesta para unas cajas y su interacción con una sala, si, pero.. en un punto determinado, a un nivel de volumen determinado, con los muebles ubicados en determinada posición, con las cortinas echadas, con las puertas cerradas.. Circunstancias, todas ellas que, en mi caso, son muy dificilmente repetibles en la escucha diaria. Y el problema de especializar demasiado todo eso es que, cuando se rompen esos parámetros, el balance total se desconfigura.
Prefiero mil veces la respuesta "neutra" aunque la interacción con la sala no sea la óptima de unas cajas que esa respuesta modificada que suele sonar peor cuando las circunstancias no son las óptimas.
Por otra parte, hay un elemento casi "epistemológico" en mi opción. Evidentemente, si utilizamos ecualización "igualamos" la calidad de las cajas, de los amplis, etc., pero es que es como si al vino le echas gaseosa. Desde luego, si haces eso, te da lo mismo utilizar un Don Simón de 1 euros que un Vega Sicilia de 30 euracos. Pero es que la afición del catador o degustador de vinos no se crea a partir de "beber algo fresquito" sino, precisamente, de la apreciación de esas sutiles diferencias que determinan que una añada de una misma bodega sea mejor que otra. Diferencias sutiles que, probablemente, en una prueba ciega, pasarían desapercibidas para el 99% de las personas (incluidos muchos "aficionados"). Quizás tenga algo de esotérico el asunto, pero la búsqueda de esos matices a distintas maderas, de ese retronasal con regusto a cuero, presente en una añada y no en la siguiente es lo que determina una afición, incluso cuando las mediciones objetivas (grado de alcohol, acidez, tipo de uva, tipo de barrica, etc.) sean constantes en ambos casos.
Lo de la ecualización puede estar bien para obtener un buen sonido de un equipo mediocre, como la gaseosa puede estar bien para hacer bebible un vino Don Simón que, a pelo, resulta indigesto, pero, seguramente, quien bebe un Protos busca otra cosa diferente a beber algo fresquito para acompañar la comida.
Intentar reproducir el sonido en que se grabó un disco es una quimera. Empezando porque los equipos que existen en un estudio de grabación no son unos altavoces de 300 euros y acabando porque, hoy por hoy, el sonido real de un grupo tocando sigue siendo algo que aún no se ha podido duplicar de manera absolutamente fiel, por mucho que se hayan desarrollado las técnicas de grabación.
Obtener una curva plana no implica ni mucho menos que el resultado se acerque al sonido del estudio de grabación y, además, por mucho que uno modifique con equalización la interacción entre las cajas y la sala, algo que no puedes modificar es la propia cualidad y capacidad de la caja. Si es una caja mala, probablemente suene mejor, vale, pero, si es buena, para que echarle gaseosa. Dejala que se exprese como es, que de lo que tenga dentro, en el ambiente en el que la quieras ubicar.
Lo siento pero es que a mi lo de la ecualización siempre me suena artificial y, permíteme, una última consideración en grito aparte. Y perdón por la extensión.