NO se, yo creo que en esto, como en casi todo, las cosas van por modas y, en un momento dado se va a un extremo para luego pasar al contrario.
Hace unos años era la moda de los equipos Hi End. Ahora, como ha quedado demostrado por numerosos experimentos se ha visto que las diferencias entre equipos no son, ni mucho menos, las que los vendedores y las revistas especializadas nos intentaban colar.
Ahora nos encontramos en el otro lado del péndulo, en un momento donde parece que la ecualización (pasiva o activa) es la panacea. Uno ver catálogos de productos para acondicionamiento de salas y alucina con las promesas que lee. "Las cavidades no lineales que presenta el panel grantizan la efectividad del Wave Wood y es la solución óptima para problemas derivados del fluttering", para referirse a un panel que cuesta 115 euros la unidad, aunque los hay, alucina, que cuestan hasta 400 euros una simple placa de 60x60.
¿De verdad alguien va a apreciar la diferencia entre estos paneles y otros hechos por uno mismo o de espuma que cuestan dos duros?.
Y luego está el tema de la equalización activa convertida, en los últimos años, en la auténtica panacea del sonido. Uno entra en foros y encuentra sesudos comentarios y agrios debates donde se habla de DropD, de REW, de DIvac, de YPAO, de McACC de Ds Speaker anti-mode, de Audyssey... Incluso se debate duramente sobre las ventajas de Audisey Multi EQ XT32 frente a la versión simple EQ XT.
Aun partiendo de los presupuestos de que equalizar mejora las condiciones de escucha al armonizar las cajas a la sala, todos estos programas son lo suficientemente potentes como para obtener respuestas cuya diferencia entre unos y otros se me antoja tan indetectable como puede serlo la existencia de dos cables de audio. Y, en todo caso, si hay alguna diferencia, y es detectable, no encuentro ningún argumento a favor ni en contra para que uno sea mejor que otro, dado que, al final, no se trata sino de una mera apreciación subjetiva.
Si el objetivo es obtener una respuesta plana, de verdad, con la mano en el corazón ¿alguien cree que puede haber diferencias apreciables entre el resultado de unos y otros programas?. luego, evidentemetne, se puede modificar la curva y, a lo mejor, como ocurre con el "hardware" cada fabricante "colorea" ese resultado para que resulte más vistoso, pero, en propiedad ¿se puede hablar de que existen diferencias entre uno y otro?. ¿Da para tanto esta historia?.
Sinceramente, creo que, ahora mismo, estamos en la otra parte del recorrido del péndulo donde fabricantes de software, de harware de equalización y de acondicionamiento de salas están haciendo su agosto a costa de vendernos la moto de que cada nueva versión, cada nuevo programa y cada nuevo utensilio son la leche en relación con lo anterior cuando, mucho me temo, el pescado está ya todo vendido y las diferencias que puedan existir entre unas cosas y otras son inexistentes o inapreciables.
Un último apunte, con relación a la ecualización. Desde luego, debe haber salas que son un desastre y ofrecen un resultado pésimo, pero algo que parece olvidar todo el mundo (y de esto algo si se) es que si bien el oído se comporta como un micrófono, el cerebro no se comporta exactamente como un sistema mecánico y en él se produce un procesamiento de las señales que parece escaparse a quien diseña este tipo de productos. ESto es algo que saben muy bien quienes trabajan con audífonos.
El cerebro procesa las señales, incluso las que le llegan distorsionadas o modificadas para adaptarlas, en función de las circunstancias, a una percepción que la relaciona con el nivel "óptimo". El cerebro cuando alguien está bajo el agua, interpreta las señales acústicas de modo diferente a cuando está en modo aéreo. De algún modo "sabe" que está en el agua y que ese sonido no es exactamente así, por lo que en la percepción lo modifica. Al contrario, lo que sonaría "extraño" es que, estando en el agua, escuchase una voz con la misma nitidad y claridad que si estuviera en el exterior, siendo algo que, incluso, causaría sensación de extrañeza.
CAda cual está acostumbrado a la acústica de su casa (especialmente de su casa) y el cerebro "sabe" como suena todo, por lo que inconscientemente interpreta las señales. Es como si supiera que ese sonido no es así al natural y lo transforma en la percepción. Y eso es así porque en nuestra sala uno está acostumbrado a escuchar la televisión, la radio, el ruido de los vecinos, a otras personas hablar. "Sabe" perfectametne como "suena su casa". Por eso, introducir una curva plana proveniente de unos altavoces, en ocasiones (dependiendo de la diferencia) puede entenderse como algo "ajeno" que, generalmente suena un tanto artificial (con pocos bajos, excesivamente metálico). No quiere decir que lo sea sino que el cerebro, en ese entorno, lo interpreta de ese modo.
Se habla mucho de la interacción caja-sala, pero no se habla nada de la interacción caja-sala-cerebro que es tanto o más importante.
En mi opinión, y es sólo una opinión, la ecualización puede estar muy bien cuando la situación de la sala distorsiona en exceso el sonido "natural" con el que fué grabado algo, pero si las modificaciones son relativamente leves, esa compensación ya la hace el cerebro y la ecualización se torna no sólo innecesaria sino contraproducente, llevando a una cierta sensación de "artificiosidad".
Por supuesto, es sólo una opinión, pero os aseguro que por lo que conozco del tema (soy psicólogo y mi ex se dedicaba al mundo de los audífonos) no es nada descabellada y, en todo caso, debería ser analizada experimentalmente con detalle.
Entre esas dos posturas que relataba Lucky creo que hay otras muchas intermedias, efectivamente, que implican evaluar en cada caso si una cosa es mejor que la otra. Creo que hay casos en que es mejor no tocar nada y dejar el sonido tal cual sale de los altavoces, mientras que en otros, probablemente, sea mejor equalizar. Pero el problema es que, como decía, ahora estamos en el otro lado del recorrido del péndulo, aquel en el que parece que hay que ecualizar si o si.