La norma dice que para lograr la mejor imágen estéreo (tal y como se graba la mayoría de albumes) lo suyo es que las cajas incidan al oyente en 30 grados y se forme un triángulo equilátero o cercano a éste entre cajas/oyente. Eso implica una orientación en la que tweeter digamos apuntan prácticamente a los oídos cerrando justo detrás de la cabeza:
Todo ello a nda que la sala tenga unos mínimos de neutralidad (si no es el caso se podría jugar con e Toe-in)
- A mayor distancias a las cajas para mantener mismos grados de incidencia se tendrían que separar más entre ellas.
- En caso de no podernos permitir dichas distancias y orientación si por ejemplo formamos un triangulo isósceles con oyente más alejado de las cajas que entre ellas tendríamos que cerrar algo menos las cajas para que de nuevo apunten rozando al "oído" para cruzar detrás de la cabeza (aunque ya no tendríamos los ideales 30 grados de incidencia)
- Lo que ocurre si las abrimos más de la cuenta las cajas "en cuanto a orientación", es que se empieza a crear una imagen central "hueca" y el estéreo (que significa crear una imagen tridimensional a partir de dos fuentes sonoras) pasa a una especie de "doble mono" (cuanto más las abrimos más sensación de de que caja caja "va por su lado")
- Lo que ocurre si las cerramos las cajas más de la cuenta "en cuanto a orientación" (excepto en la configuración toe-in cuando nos haga falta por no poder colocarlas lo separadas de las paredes que deberíamos), es que la imagen se cierra y pasa a tender hacia "mono"... y al igual que cuando las abríamos demasiado deja de haber una buena focalización y efecto de profundidad correctos
Un saludete