Todas las teorías son prescindibles ante el simple hecho de que entre el 50% y el 60% del contenido de audio de una película está grabada en el canal central.

Eso sí, claro, la gracia es que sea un buen pepino y coincida tímbricamente con los frontales.

Pero incluso si no lo es, lo prefiero a su ausencia. No hace demasiado, me costo bien poco convencer a unos clientes pasando de usarlo a quitarle, y era bastante distinto a las frontales, pero mejoraba de tal manera la inteligibilidad de los diálogos que resultaba indiscutible.