Si alguien está convencido de que no hay diferencias lo tiene sencillo no tiene que demostrar nada. También puede estar sugestionado o incluso puede negar que las hay aunque en realidad sea así.
El ejemplo del salto de longitud también se podría plantear de otra forma. Uno puede decir salta 3 metros pero que no salta 3 metros y medio (evidentemente 10 es mucho). Está convencido que no puede saltar 3 metros y medio pero si realmente se esfuerza un poco más o dependiendo de las circunstancias resulta que al final sí puede saltar 3 metros y medio. También puede saber perfectamente que salta 3 metros y medio (o más) pero salta 3 (porque le da la gana).