Review Kef Reference 207/2

KEF Reference 207/2

Introducción

Después de la primera guerra mundial, Mies Van Der Rohe diseñó una silla con materiales y tecnologías cuya utilización no era habitual hasta entonces. El objetivo era exponer en la Exposición Universal de 1929 un objeto que simbolizara la fortaleza y el vigor de Alemania tras unos años convulsos en toda Europa. Así nació la silla Barcelona (MR90) que aún se comercializa en la actualidad con precios que pueden alcanzar varios miles de euros. Yo me he sentado en varias de ellas, y si me preguntan, puedo decir que es muy cómoda y funcional. Pero está claro que esa pequeña definición no hace justicia con la realidad, significado y transcendencia de este objeto de culto.

Con las columnas KEF Reference 207/2 ocurre algo de eso. Ya no se trata de si su sonido es mejor o peor (que ya lo veremos). O si su relación calidad/precio es más o menos favorable (de lo que también hablaremos). El aspecto, tamaño y contundencia de sus formas provoca que las columnas de KEF asuman el protagonismo absoluto en el espacio en que se encuentran. Pero no nos dejemos engañar por esta última frase, el diseño de las Reference 207/2 esconde en las elípticas curvas de su terminación trasera un cubicaje mayor incluso del que aparenta. Y todo ello, con un ejercicio de estilo que en ningún momento parece ortopédico ni excesivamente futurista. Y no es ninguna tontería, dadas las dudosas creaciones que he tenido el privilegio de contemplar y oír en la reciende High End 2.013 de Munich.

Lo que está claro es que estamos ante un producto que trasciende el uso para el que está concebido y que no pasará desapercibido en ningún caso. Hasta aquí no he hecho más que intentar transmitir las sensaciones que me dio la primera contemplación de las columnas en la sala de Cinepremium de Madrid. Y aprovecho también para aclarar algo: Esta review está hecha a partir de una pareja de columnas seminuevas que están a la venta con un importante descuento. Más de una vez se ha hablado de las corruptelas y conflictos de intereses entre fabricantes, tiendas, reviewers… Ante la posibilidad de que pudieran verse en internet anuncios de estas mismas columnas (OCASION DE PRODUCTOS PARA SALAS DE CINE PRIVADAS EN CASA CON DOMOTICA | CinePremium - Gordian & Brown), hago prevención de malas interpretaciones y expongo el tema con transparencia para evitar suspicacias. Yo me limito a aceptar la invitación de, en este caso, Cinepremium, agradecerles el tiempo que me han dedicado y, luego, escribir lo que me parece con total libertad y siempre desde el punto de vista de un simple aficionado.

Por otro lado, quiero destacar un aspecto muy remarcable en el diseño constructivo de las KEF 207/2; no es otro que la original configuración de los dos puertos bass reflex. Uno delantero y otro, oculto por una protección, apuntando hacia arriba. Evidentemente, es una ingeniosa disposición que facilita la ubicación de las cajas repecto a la pared trasera. Incluso me atrevería a decir, que esta solución debería ser más utilizada por otros modelos ya que le atribuyo muchas ventajas y casi ningún inconveniente.

La sala y la amplificación

Entrar en Cinepremium Gordian & Brown es, por si sola, una experiencia altamente enriquecedora. Se trata de un espacio cuidadosamente decorado y acondicionado en que podemos disfrutar de varias show-roms o salas de audición en las que destaca la armonía e integración visual y acústica. Pero más interesante que todo esto es el trato con su responsable Sr. Amado, gran melómano y mejor conversador. No sólamente es capaz de aportar y documentar un montón de aspectos de nuestra afición audiófila y musical sino que es lo hace de una forma amena y divertida muy alejada del tono fundamentalista y condescendiente de algún que otro “experto” que hay por ahí. El caso es que en éstas óptimas condiciones, asociamos las Kef a un preamplificador Musical Fidelity M8 y a un par de etapas de la misma serie M8 que nos ofrecen nada menos que 700 W cada una. Es decir, corriente no va a faltar.

Por otro lado, tampoco me quiero extender mucho en detallar las virtudes del conjunto de amplificación por ser Musical Fidelity una marca de solvencia más que contrastada. Simplemente mencionaré que las dos etapas MF M8 700m administran la energía de forma suave y progresiva logrando que las columnas den lo mejor de sí, tal como vamos a comprobar.

La audición

Una vez situado el punto de partida de esta review, me dispongo, como siempre a insertar en el lector de cd una decena de discos de mi elección. Empezaremos con la formación de John Zorn Masada en su disco primero (1994) titulado con caracteres hebreos. Los cd de la formación Masada no son fáciles de encontrar y, en esta ocasión, he tenido que recurrir al fondo documental de las bibliotecas de la Diputació de Barcelona. El propio Jonh Zorn y el trompetista Dave Douglas se mueven mientras tocan sus estridentes instrumentos de viento. La verdad es que las Kef invitan a subir el volúmen y así lo hacemos justo antes del primer solo de batería. Impresionante, el sonido se transmite a tamaño real hasta el punto de forzar los límites de la sala. Más que cualquier otro adjetivo, se me ocurren los téminos fuerza y autenticidad. Los generosos woofers de las columnas contienen y controlan los bajos integrándolos perfectísimamente en el resto de frecuencias y sin que se emancipen nunca por su cuenta, como me ha ocurrido en alguna ocasión con columnas de tres vías.

Pero seguimos con Juan Carlos Romero en Romero (2.004), flamenco instrumental de calidad con el protagonismo central de la guitarra susodicho intérprete. El elevado volúmen de la música, nos hace notar una leve resonancia en la guitarra. Aprovechamos este incidente para mover las columnas y lo hacemos separándolas más de las paredes laterales y orientándolas exactamente hacia el punto de escucha. El cambio es muy positivo, repetimos la pista para asegurarnos y verificamos que la resonancia ha desaparecido y la sonido se vuelve más preciso. Pero, precisamente una de las virtudes de las Kef es que esa precisión que no pierde nunca la musicalidad y la naturalidad. La guitarra española es ideal para comprobarlo y nos entretenemos un poco más con Romero, por puro placer musical.

Pero queremos más y tras un paréntesis con Tracy Chapman en el que solo podemos destacar la finura y perfección de la grabación en Our Bright Future (2.008), insertamos lo que será la bomba de la jornada: Communique de los Dire Straits. A todo volúmen: apoteósico, apocaliptico y arrebatador. Tanto es así que, a pesar de estar la puerta de la sala cerrada, acuden compañeros de fuera a ver qué está pasando. ¿Se han teletransportado los Dire Strais a Madrid en 2.013? Nunca había oido el Communiqué de esa manera. Simplemente espectacular.

Acabamos con New Dawn (2.002) de Miller y Stacey, pero no puedo ya describir con palabras las sensaciones. Sé que es un disco utilizado a menudo en las demos porque siempre suena bien, incluso con B&W, pero es que nos ocurre lo mismo que con Communique: jamás había experimentado esa sensación de profundidad y amplitud. Ya no se trata solamente de si las Kef construyen o no una buena escena, es que además de hacerlo, la hacen muy muy creíble. Creo que esa es la palabra que no encontraba: credibilidad.


Conclusiones

Este tipo de producto se escapa de las consideraciones relativas al tipo de sonido que ofrece. Las Kef no ofrecen ninguna coloración en especial, dificílmente podemos juzgarlas, por ejemplo, como músicales o como analíticas. Están más allá de estas consideraciones. Ni siquiera me atrevo a decir que sean neutras, porque sería rebajarles el protagonismo al que están llamadas a ejercer en cualquier equipo de altísima gama. Las Kef 207/2 no se esconden, aunque, a veces, acaben desapareciendo. Pero, bastará verlas y mirarlas para saber que están ahí y que cuando han invadido ya una sala, será muy difícil prescindir de ellas sin retroceder irremisiblemente, sin perder algo muy valioso y difícil de definir...

Existe una prueba muy poco científica pero que me gusta hacer. Consiste en salir de la sala de audición (o la sala de mi casa) y cerrar la puerta dejando el equipo con un volúmen medio-alto. El sonido que se escapa a través de paredes y puertas tiene que dar sensación de que en el otro lado está pasando algo de verdad. Tenemos que notar una sensación muy parecida a la de la antesala o vestíbulo de un local de música en directo. Las KEF 207/2 pasan la prueba con la màxima calificación. Hago este apunte en el apartado de conclusiones precisamente para destacar la diferencia de las Kef con otras opciones del mismo coste o nivel. Precisamente en mi reciente visita a Munich pude escuchar muchas cajas de varias decenas de miles de euros. Por poner algún ejemplo, las podríamos comparar con las carísimas TAD R-1. Y está claro que dentro de este nivel de precios, es muy difícil que algo suene mal, pero las Reference, además, logran algo que muchas otras no acaban de alcanzar: esa construcción de la música en una dimensión cuantitativa y cualitativa que equivale a la realidad, con fuerza, precisión y, sobretodo, mucha autenticidad. Es decir, las Kef consiguen que nos creamos lo que estamos oyendo.

Texto: Manel Segarra