Y además con un "mecanismo de plato estable", que merece la pena solo por verlo abierto y poner un disco (al revés) sobre él. Vamos todo un transporte de los que hoy en día en gamas "normales" no se encuentran.

Y el PD-95...eso ya es canela fina, fina. Estoy enamorado de la gama hi-fi de Pioneer de principios de los 90, a partir de ahí la cosa cambió...