Buenas tardes, ya lo he comentado en algún que otro hilo, que si la mezcla y edición estuviese bien realizada y pensada para estéreo, con solo dos canales tendríamos un escenario frontal que cubriría todo el ancho sin necesidad de más canales (el efecto Haas ya comentado), ubicarías cada sonido en su posición concreta, más preciso aun que un central en mono.

Que sí, el cine se comparte y no todo el mundo está sentado en el "sweet point" salvo uno, pero por mucho ajuste y corrección que se haga en un AVR, tampoco todos los oyentes lo reciben igual; se podrá calibrar a unos ajustes "medios" para que la mayoría de oyentes (posiciones de escucha en nuestra sala) lo perciban medianamente bien, pero con un único ajuste posible (incluido el balance) es imposible que todos los oyentes lo perciban igual, con la misma respuesta y espacialidad, luego ese argumento en beneficio del multicanal no tiene sentido (¿alguno hace varias calibraciones para distintas posiciones de oyente y anda conmutando entre ellas mientras ve una película? ... ¡Ojo, ahora escuchas como es debido tú! ¡venga, ahora tú! ¡tú, no te quejes que ya te tocará en unos minutos! Sería algo surrealista como mínimo).

¿Los efectos traseros? Pues sí, porque recrearlos mediante acústica (difusión principalmente) no está al alcance de la mayoría (por espacio, waf, etc, hablamos de salas domésticas, las más veces el salón de casa) y tiene su lógica, es un modo "sencillo" de recrear esa espacialidad trasera, y de paso vendernos más "cacharros" como altavoces, cables. Pero cuántas veces se reproduce un efecto por estos canales, cuánto tiempo, de los cientos de horas de cine que podemos visionar.

Sea como sea, es muy tentador, y me incluyo el primero ya que también he sucumbido al multicanal tras décadas solo con estéreo, con sala dedicada. Pero vamos, quien esté dispuesto a seguir con dos canales, siendo objetivos, es quizá la opción más sensata y económica, y si como alguno ha apuntado, el cine de acción no es el que más consuma, con mayor motivo.

Saludos.