Yo siempre digo lo mismo... hay días en que el equipo, con el mismo disco, no me suena igual, y eso que no he cambiado nada en él. Podría buscar las razones en la calidad del suministro eléctrico, la temperatura, la presión atmosférica, si se ha limpiado el polvo o no o si me apuras hasta en el color del polo que llevo puesto (y eso que nunca me pongo polos )... o vaya usted a saber.

La respuesta, al menos para mi, es más simple: el que es distinto cada día soy yo: Basta con haber tenido un buen / mal día en el trabajo, estar más o menos cansado o acatarrado o el tipo y cantidad de comida o bebida que se ha tomado para que la percepción subjetiva cambie completamente. Si a eso le unimos la porquería de memoria auditiva que tenemos pues ahí está. Si alguien se obsesiona con este tipo de variaciones en la percepción y se lía a cambiar cosas en su equipo, buscando una relación causa - efecto, el resultado puede ser un infierno personal.