Aquí todos somos aprendices, ¡ya quisiéramos ser maestros!.
La respuesta resume, en forma jocosa, la realidad. Es una elección personal en tanto no hagas una medición de la respuesta en tu sala.
Al utilizar LFE+Main, los frontales emiten todo su rango de frecuencias, y el SW también reproduce las frecuencias de los frontales inferiores al punto de corte que pongamos en el AVR. En este modo, por tanto, se duplica la emisión de aquellas frecuencias en las que coincidan ambos.
Este refuerzo puede gustar y ser lo que uno busca, o entorpecer la escucha de las otras frecuencias (principalmente agudos) determinantes para la ubicación espacial del sonido, sonando con menos nitidez, como emborronado.
Un sonido grave intenso, produce una excitación de toda la membrana basilar dado que las células que detectan ese sonido están en el extremo distal de nuestro órgano de la escucha, la cóclea, impidiendo la adecuada excitación de las células del extremo proximal, encargadas de detectar las frecuencias altas, las agudos, enmascarando al sonido agudo.
Si, además, algunas de esas frecuencias se encuentra en el modo de reverberación de la sala, algo muy probable, es posible que se cree una "bola de graves", un sonido que se mantiene por rebotes entre las paredes aunque haya dejado de emitirlo los altavoces.
Por contra, si la habitación es muy absortiva, por decirlo así, puede hacer desaparecer los graves y ese refuerzo conseguir que aparezcan en tu punto de escucha, por lo que puede ser mejor este modo que el otro.
Por tanto, a oido, eliga el que más le guste, ¡oíga!![]()