Un subwoofer como todo el mundo (debe) sabe(r) reproduce los rangos más bajos; esto se traduce en dos grandes beneficios:

1. Evita la ardua tarea de los frontales (y demás cajas) de reproducir ese rango, eliminando el espacio necesario para el diafragma (uno por cada caja) y el volumen necesario para su resonancia (varios litros por cada caja). Se reduce asi el tamaño de los altavoces y su coste (menos material, menos componentes, más manejable). Y al ser más pequeños los puedes poner en sitios dónde antes era imposible.

2. Evita las ondas estacionarias y los picos y nodos que se producen cuando se tienen más de una fuente de bajos (los típico frontales de toda la vida). Los bajos por su longitud de onda esquivan los obstáculos y por ello no son localizables y no tiene sentido duplicarlos pensando en un efecto "stereo". Además, debido a ello lo puedes esconder (el sub) y nunca sabrás dónde está con los ojos cerrados.


La importancia de que sea de la misma marca que los demás se debe a que ello facilitará que el "color" de la reprodución, esto es, cómo suena en conjunto, sea más equilibrado.
Hay marcas que suenan más frías (agudas) frente a otras que son más cálidas (graves).
Eso y que las frecuencias de corte (aquellas es las que la potencia cae a la mitad ó 3dB) estén superpuestas, es decir, que unas cajas dejen de emitir donde empiezen otras, como si de un auténtico grupo musical se tratase.




Vamos, bonito, bueno y barato; ¿alguien da más? *

©bROTHER