Lo malo es que no es salón dedicado, y hay puertas con cristal y dos ventanales... ya veré como lo conjugo todo.

Lo que tengo ahora montado no me desagrada del todo... donde no hay, no se puede sacar, pero la electrónica y la calibración hacen maravillas.

Antes tenía una sala dedicada de 30m abuhardillada que era una maravilla... pena, penita pena.