El concepto de que las máquinas puedan enamorarse siempre me ha llamado la atención. Tanto que Wall-e me parece una peli magistral.
Una marca acaba de hacerle un homenaje con un anuncio en el que una aspiradora inteligente se enamora.
Ya no tenemos que irnos a un mundo destruido por la mano del hombre para ver que estos objetos cada vez más humanizados pueden enamorarse.
Si os gustó Wall-e os gustará también este anuncio.