Aunque a algunos les pueda parecer a una excusa, yo diría ¡menos mal que ayer llovizno casi todo el partido!
Hubo varios balones, sobre todo al comienzo del partido, en que el balón parecía que no corría y se paraba. Si llovío casi todo el partido y sólo se vieron cuatro pequeños resbalones mal contados, muy rápido no debía de estar antes de empezar a jugar.