He escogido hilo de cobre de Litz por varios motivos. En general, creo que los conductores sólidos funcionan mejor que los multifilares, y también tengo la impresión de que a menor calibre los resultados son mejores, al menos en interconexión. En realidad, de las pruebas que he realizado con cables para iPod, los mejores resultados sin lugar a dudas los he obtenido con cable sólido de plata y con hilo de Litz.
El problema es que un cable para iPod tiene que ser flexible, y un conductor sólido tiene un ciclo algo limitado: pongamos que puede doblarse unas 200 veces en sentidos opuestos, frente a los 600 u 800 ciclos de un multifilar. Solo por decir algo. Por otra parte, el voltaje de salida es bastante bajo (y en esto recuerda vagamente al de los tocadiscos), y el calibre que puede emplearse es bastante limitado. Por otra parte, si algún defecto tiene el iPod es que su sonido no suele definirse como cristalino, en parte (sospecho) por una pobre respuesta en altas frecuencias.
El cable de Litz resuelve muchos de estos problemas, especialmente si está hecho con cobre de alta pureza. Precisamente, no es casualidad que se emplee sobre todo en recableados de tocadiscos, donde es vital aprovechar al máximo no solo el espacio sino también su bajo nivel de voltaje.
Parece un multifilar pero no lo es. Cada una de las 32 hebras está aislada de las demás mediante una película de polietileno (PE), uno de los mejores aislantes que existen, ligeramente inferior al teflón pero mucho más flexible. Eso significa que en cada canal empleamos nada más y nada menos que 32 conductores sólidos totalmente separados y del calibre de un cabello humano. Si para nuestro cable vamos a usar 4 canales, es como si tuviéramos 128 cables sólidos independientes, pero en un espacio minúsculo.
Esto tiene varias ventajas: en un cable sólido, los electrones tienden a viajar por la superficie (efecto skin o pelicular), especialmente en altas frecuencias, con lo que aumenta la resistencia porque el área efectiva se reduce.
En un cable multifilar, suele haber aire entre cada filamento y la superficie de cada uno de ellos puede oxidarse, por lo que la señal va saltando de hebra en hebra con numerosas interrupciones. Simplifico, lo sé. El hilo de Litz aumenta la superficie efectiva porque la corriente circula no por el exterior de un solo hilo sino de 32 hilos, y además se evitan los problemas de "saltos" e incluso de degradación típicos de un multifilar. Este tipo de hilo aprovecha la energía al máximo. El resultado es que se reduce drásticamente la resistencia, mejora la respuesta en altas frecuencias, pasa mucha más corriente (que no se transforma en calor, de ahí que se caliente menos) y mejora su factor de calidad o Factor Q. Creo que es un cable perfecto para el voltaje de un iPod y para sus problemas de flexibilidad, resistencia y respuesta en todas las frecuencias. Los filamentos, además, van trenzados de tal forma que reducen la inductancia entre ellos.
Como siempre, esto es la teoría, que puede no corresponderse con la escucha real.
Para asegurarnos de que el hilo es de calidad y no tiene ningún defecto, comprobamos aleatoriamente con multímetro. Al contactar unas simples tijeras da un valor normal:
Pero al comprobar el paso de corriente por el hilo de Litz desnudo, el resultado es 1, es decir, no hay corriente:
Si hubiera alguna fuga y el multímetro marcase algo, el hilo no serviría, pero este está perfecto.
El único problema es que trabajar con hilo de Litz es un poco más complicado que trabajar con hilo normal, sea sólido o multifilar, primero porque se deshace con facilidad y cuesta encañonarlo en el tubo de teflón, pero sobre todo porque antes de soldar hay que derretir la capa de PE que recubre las 32 hebras, porque si no no habrá contacto o será un mal contacto.
Continuará...