Según fuentes fidedignas, Apple lleva más de dos años trabajando intensamente en el iWatch, un gadget que (supuestamente) debería revolucionar la forma en la que entendemos llevar un reloj en la pulsera.

Sin embargo, los seguidores de "la gran manzana" han visto pasar los meses, esperando poder adorar y convertir en imprescindible un nuevo ítem "smart" que antes no necesitaban, sin ver esa espera recompensada. Apple no es amiga de adelantar sus desarrollos, y por muchos rumores que apunten a un futuro iWatch, las cosas de palacio van despacio (algo por lo que a veces hay que admirar a esta compañía).

Pero en Samsung tienen otra filosofía: quien golpea primero, golpea dos veces. Básicamente todos los informes sobre el proceso de diseño y fabricación del Galaxy Gear (el iWatch de Samsung) coinciden: la meta de Samsung era ganar la carrera, sacar un reloj inteligente los primeros. De esa forma, ni se les podría acusar de copiar, ni se les podría echar en cara la falta de innovación.

Así, la multinacional surcoreana se ha dejado la piel para acelerar y sacar al mercado un producto que parece tan arriesgado como prematuro. Digamos que si esto fuera un concurso de alta cocina, Samsung ha usado el microondas a máxima potencia. Y pueden haberse equivocado. Crear un dispositivo bien pensado y útil suele llevar mucho más tiempo. Hay que encontrar una interfaz humana lo más ergonómica e intuitiva, crear algo que parezca que siempre debió ser así, que haga que los relojes normales, los pulsómetros y los GPS fueron cosas del pasado. Algo imprescindible para los deportistas y los amantes del aire libre, que son los que más partido sacarán de un reloj inteligente.

¿Y qué es lo que hace Galaxy Gear? Pues hace muchas cosas. Algunas las hace bien, y otras no. Y muchas de las que hace bien, no parecen ser excesivamente apasionantes:

DICE LA HORA: Lo mínimo que se espera de un reloj, claro está

SE CONFIGURA CON UN TELÉFONO SAMSUNG: Empezamos mal. El Galaxy Gear usa una App que se llama Gear Manager, y que debe ser instalada en el teléfono Samsung compatible. Esa App sirve para configurar el funcionamiento y la personalización que deseamos en el reloj.

HACE FOTOS Y VÍDEOS El Galaxy Gear lleva un pequeño objetivo que puede guardar hasta 50 fotos de 1.9 megapíxeles (1600 x 1200 px), a una calidad justita, algo como las fotos que hacía el primer iPhone aparecido en 2007. También puede grabar 15 fragmentos de vídeo, de 15 segundos cada uno.

ENCUENTRA TUS GADGETS Si has perdido el teléfono o tablet Samsung con el que el reloj está emparejado, el reloj te ayuda a encontrarlo, y viceversa, siempre que no estés a más de 7 metros de distancia, el rango máximo que mantiene emparejados a los dispositivos Bluetooth.

DESBLOQUEO AUTOMÁTICO DE OTROS APARATOS Si llevas el reloj puesto, no tienes que desbloquear tu teléfono o tablet Samsung, ya que detectan que lo llevas puesto y eres su dueño. Una auténtica chorrada.

TE AVISA DE MENSAJES ENTRANTES El reloj te avisa de quién te llama al teléfono, incluso te enseña los mensajes de textos en su pantalla de 320 x 320 píxeles. Apasionante.

RECIBE Y HACE LLAMADAS Puedes hacer llamadas, siempre y cuando el reloj esté emparejado con el teléfono en tu bolsillo. Básicamente lo mismo que hace cualquier dispositivo Bluetooth hoy en día. Lo bueno es que es un manos libres en cualquier situación, con una calidad sonora muy buena.

PERMITE CONTROLAR TU MÚSICA Si llevas música en tu smartphone, puedes controlar la reproducción desde el reloj (avance, pausa, etc).

En honor a la verdad, el reloj hace muchas más cosas, casi todas ellas testimoniales, pero este no es, ni de lejos, un producto digno de llamarse inteligente. Es meramente un intermediario con nuestro smartphone, y a la vez plenamente dependiente de este.

Si Apple está de verdad tratando de crear un dispositivo iWatch, algo nos dice que no se parecerá en absoluto a esta aberración. Básicamente, un buen reloj inteligente debe aunar varios puntos clave:

- mediciones biométricas (pulsómetro).
- mediciones deportivas precisas
- funciones avanzadas gps
- independencia total de cualquier dispositivo
- larga duración de batería
- un interfaz sencillo pero innovador

A continuación os dejamos con varios de los anuncios que ha presentado Samsung para promocionar su Galaxy Gear. Cualquiera que sepa leer entre líneas verá las trampas, se dará cuenta de que lo que se enseña en ellos es básicamente humo.







Sentimos la dureza, pero no somos los primeros ni los últimos en señalar que esto no es un reloj inteligente: cuesta 300 dólares, y es bastante tonto. La mayoría de medios que lo han analizado señalan que es un producto mal acabado (o mal empezado). Afortunadamente para Samsung, a ellos se les permite esta clase de pastiches "de probar y tirar".