Parece mentira que hace apenas unos años utilizásemos esos llamados “Floppy Disk” (o disquette en castellano) para almacenar apenas unos 3,5 MB en datos. La tecnología ha evolucionado tanto en este sentido, que a día de hoy el formato físico está perdiendo mucho fuelle debido también al auge del almacenamiento en la nube y de la banda ancha de que nos ofrece Internet en general.

¿Significa esto que no se van a desarrollar más discos duros de gran capacidad? Nada más lejos de la realidad. De hecho, son periféricos que están todavía en auge debido a las grandes capacidades que admiten. Sino, preguntádselo a Seagate (una de las compañías más punteras en la fabricación de discos duros) que quiere ahora lanzar al mercado un modelo que tendrá hasta 6 TB de capacidad. De esta forma, la empresa americana de almacenamiento sigue apostando por este hardware que tantos beneficios le ha dado a lo largo de su dilatada historia.

Aunque estos discos duros no tengan una velocidad muy alta en lo que transferencia de datos se refiere (algo que sí ocurre con los SSD) sí que soportan gran capacidad de datos, junto a un precio que cada año sigue siendo más económico. De hecho, para que os hagáis idea, este modelo en concreto rondará los 300€, mientras que los de menor capacidad ahora mismo cuestan (de 3 y 4 TB respectivamente) costarán entre 100 y 140 euros, unas cifras completamente impensable apenas dos años atrás.

En definitiva, esto demuestra una vez más que a pesar de que el formato en la nube cada vez va ganando más peso, los discos duros siguen teniendo su cuota de mercado.

¿Y vosotros? ¿Apostarías por comprar un disco duro de tanta capacidad? ¿Seguís usando y comprando discos duros?