Volviendo a lo del PSOE, hoy Miquel Iceta decía en su turno de palabra en el Comité Federal, lo siguiente:
Las razones del no a Rajoy las conocéis. No compartimos su proyecto. Desconfiamos de su capacidad y de su voluntad de luchar contra la corrupción. Y creemos que nuestra posición política quedaría gravemente hipotecada por nuestra abstención, máxime sin haber intentado de verdad un gobierno distinto. ¿Cuántas veces pedirán que nos abstengamos por responsabilidad? ¿Cuántas veces se nos pedirán cuentas por no haber intentado una mayoría alternativa? Una mayoría necesaria hoy, imprescindible mañana. Y abstenerse en la investidura de Rajoy no la favorece. Son razones, son argumentos. No cuestiones de principio, ni de una cruzada del bien contra el mal. No son una verdad dogmática enfrentada a otra. Son solo nuestras razones, nuestros argumentos. Y, sí, también nuestro temor, el temor de alejarnos de tantos militantes y de tantos electores. Un temor acrecentado por estar tomando una decisión sin escuchar a la militancia, como sí hicimos con motivo del pacto con Ciudadanos. Sí, nos da más miedo ese abismo con militantes y electores que unas terceras elecciones.
¿Con qué argumentos defenderá el PSOE a partir de ahora que ellos son la alternativa al PP, si le entregan el gobierno sin ni siquiera haber intentado formar uno alternativo?