La compañía nipona ha decidido reclamar 3,2 millones de estos mandos para sustituir sus correas de seguridad. “La primera versión de nuestras correas tenía 0,6 milímetros de grosor, pero esta medida es demasiado frágil para la fuerza que demuestran nuestros clientes. Así que hemos decidido reemplazarlas por otras correas de un milímetro” ha comentado el portavoz de la compañía a la agencia AFP.