Buenas tardes:

Os comento, en un futuro cercano quiero dar un salto con la adquisición de un receptor con Dolby Atmos, por lo que me propuse mirar adquirir los altavoces Kef R8a (precio de tarifa 999 Eur), que son los Atmos de la serie que poseo, pues bien, al estar descatalogados y sustituidos por los nuevos “Meta” los “antigüos” son prácticamente imposibles de conseguir, así que, miro el adquirir los nuevos KEF R8a Meta pero… cuestan ¡¡1.600 Eur la pareja!! ☹, no me jodas, que incluir el Metamaterial, que tiene que costar una nimiedad, incrementa al precio en un +60% respecto al anterior altavoz, me parece una auténtica locura y más teniendo unos fantásticos LS50 Meta que cuestan ahora 1.000 Eur, y que seguro que bien orientados y si no se tiene problemas con la colocación, serian unos excelentes altavoces de Altura/Atmos, y si ya pienso en otras marcas y los altavoces para un equipo estéreo que se pueden adquirir por esos 1.600 Eur, …luego miro el tamaño de los Atmos, y se me hace un nudo en el estómago.

Después de cagarme en el Directivo de Kef que marca los precios de producto y acordarme de su madre unas cuantas veces, me resigno y pienso que tengo que bajar un escalón y conformarme con los Kef Q50a (menos mal que por lo menos son idénticos estéticamente), los susodichos cuestan en oferta 500 Eur (600 Eur precio tarifa), y me digo… pero si los Kef Q150 que comparten controlador y tienen un recinto mayor, cuestan 400 Eur, definitivamente y aunque lo sabemos, el condenado directivo y su madre nos toman el pelo.

Listo para realizar la compra, encuentro de casualidad una ultima unidad nueva de Kef R8a en blanco, en una conocida tienda nacional de audio a 725 Eur, así pues, ni me lo pensé y me tiré de cabeza a la piscina y en casa los tengo, a falta de colocar en su sitio definitivo (colgados en la pared, cerca del techo, encima de los frontales), por que encima de las torres R7 quedan como un pegote cojonudo, mucho más pequeños que la parte alta de la torre, bastante altos de perfil y encima con una rejilla totalmente distinta al resto de la serie. Otras marcas desde luego lo tienen mucho mejor resuelto…

Ahora me queda un dilema, ¿que comprar primero, un nuevo receptor o un nuevo televisor?.

El receptor tengo claro que será del nivel de mi actual amplificador, con el que estoy muy contento con su desempeño en cine y también musicalmente, su equivalente Yamaha RX-A6a me hace ojitos, o incluso un RX-A4a, no pienso tener una configuración más alta de 5.1.2 y puesto que poseo un Anti-Mode 8033 Cinema II, la ecualización del subwoofer aun con Yamaha quedaría cubierta.

También sopeso muy seriamente el Denon AVC-4800h por las amplias posibilidades que posee, me jode el pasar por caja para tener Dirac, pero es lo que hay, ahora no se si en el tema de amplificación no iría un poco justo para mover en condiciones las Kef R7 ó simplemente nos hacemos pajas mentales y con mucho menos amplificación de la que pensamos tendríamos suficiente (seguramente).

El Onkyo TX-RZ50 también es un candidato, pero lo que valoro de Yamaha y Denon (sobre todo de la primera), es su baja tasa de fallos y alta fiabilidad, cosa que me frena cuando pienso en Onkyo y sus placas HDMI. Me pasa con el RZ50 como con el Denon 4800h, que no se si la capacidad de amplificación será suficiente para mover adecuadamente mi conjunto de cajas, a su favor que lleva Dirac completo incluido y eso son +390 Eur en el Denon.

Por último, estoy valorando muy seriamente la segunda mano, y adquirir algún receptor con Atmos, de altas capacidades de amplificación, aunque renuncie a Dirac.

En cuanto al TV,... lo resumo, estoy entre una OLED de 77” o una Led/Micro Led de 85”, (tener en cuenta que tengo proyector y una pantalla de 100”), lo que creo es, que todo a la vez (receptor y Tv), no va a poder ser, y valoro que adquirir primero, aunque con el audio estoy muy contento, pero los nuevos Atmos pasarían a estar infrautilizados, aunque harían su función como altavoces de altura en el Yamaha actual.

Me imagino que como muchas veces cuando yo os he leído, pensareis que… bendito dilema, puesto que haga lo que haga, sin duda, será un paso adelante y desde luego mi final del camino, puesto que aunque quisiera mi salón compartido y mi bendita mujer (por que reconocer que la mayoría tenemos benditas), ya no da para mas, sin forzar destrozar la convivencia en "nuestro" entorno compartido.


Un saludo.