el cine, en el cine, decía una campaña publicitaria de no sé cuándo
y sí, pero es que al cine se lo está cargando el mismo cine
ciertamente, shinji, tienes toda la razón en cuanto al audio, que en cuanto a la imagen, la acabarás teniendo muy en breve: salas paupérrimas, con tamaños de pantallas que fácilmente cualquier aficionado puede lograr en su casa con un poco de paciencia y afición
por no hablar de los formatos cercenados, de las lentes de proyección supergastadas, que casi parecen tener cataratas, películas rotas, cortadas, picadas, quemadas
en mi opinión, les quedan dos temporadas y un preestreno, justo para que la hdtv se generalice: ¿quién querrá entonces pagar ocho o nueve euros para que te atorre el colega de asiento, el de la fila de atrás y media docena de mocosos con las hormonas por el techo? Por ese dinero te compras la película y no aguantas a nadie, menos la nefasta calidad de proyección y un sonido cuya mayor virtud es tratar de ensordecerte a falta de no poder entusiasmarte
propicios