Una vez más soberbio el documental. Incide y repite ideas del anterior, algunas desarrolladas me han parecido llegar más directamente en el tema de economía.
La última parte, sin embargo, tiene un tufo muy malo a secta o religión New Age, incluídas esas líneas a seguir para poner patas arriba el orden actual. El final utópico casi es de chiste. Detrás de tales proyectos sólo habría compañías grandes para poder financiarlo, incluídos esos barcos enormes en el puerto, que supongo quedaban bien en la imagen. Una contradicción.
Sobre las energías alternativas que se proponen y cuyo producto es mucho mayor del que nos dicen, discrepo profundamente. En su momento, más por curiosidad que interés práctico, estudié este tema, por mi cuenta, e incluso los análisis más optimistas de grupos o asociaciones que querrían que esto saliese adelante se distancian de lo que se dice en este documental.
Como apunte dicen que la energía eólica necesaria para abastecer a EEUU "sólo" necesitaría una extensión de tres estados. Es cierto que esas son las cifras que hoy en día se calculan. Pero señores, son tres estados llenos de molinos de vientos. Sin embargo, la que trata de aprovechar las mareas me pareció muy impactante. Está claro que no se hace, por intereses, todo lo que se puede en energías alternativas. Como se comenta, el tema de las patentes para estas otras energías, está en manos de quienes precisamente no quieren que se desarrollen. Sangrante.