Y es que, ya desde el principio, SBK 08 marca claramente las reglas del juego, llevando el control al terreno de la simulación completa de motos de competición. Aunque hablaremos de ello posteriormente, dejamos claro desde ya que este no es un título apto para los que busquen satisfacción instantánea. Al igual que en la realidad, tocará aprender a dominar las máquinas, cosa nada fácil, y los buenos resultados tardarán en llegar. Sin ánimos de desanimar a nadie, habrá que trabajar cada paso de curva una y otra vez, tanto que al final una buena vuelta nos sabrá a gloria. En consonancia a este trabajo veremos como nuestro nivel de juego mejora y nos sentimos más cómodos con la moto y los distintos circuitos. Igual que un piloto de verdad.
En contraposición a estos pequeños detalles, la jugabilidad del título ofrece un gran número de opciones y compensa con creces cualquier tipo de problema técnico. Como hemos dicho en la introducción, SBK 08 no es un juego apto para los amantes del gas a tope, y requiere un buen control de los pulsadores analógicos para dar la potencia justa a la moto en cada punto. El trabajo que se requiere para dominar el pilotaje no se completa a los pocos minutos de juego, aunque existe un buen tutorial dedicado a introducirnos en los conceptos básicos. Adicionalmente, existe un gran número de ayudas al pilotaje que nos harán la vida más fácil. Elementos tales como asistencia de frenado, marcaje de la zona óptima por la que rodar, aceleración de salida o control de estabilidad están disponibles para aquellos menos habilidosos o que simplemente quieran comenzar con apoyo en el control.
La experiencia de juego más rica, participar en el mundial de Superbikes, nos pone en la piel de cualquiera de los pilotos del campeonato oficial. Una vez seleccionada nuestra identidad, y por ende la de nuestra escudería, entraremos en el paddock, desde donde podremos tomar todas las decisiones. En una simulación tipo manager, podremos gestionar aspectos derivados del pilotaje, como los reglajes (prestando atención a un gran número de detalles) o la elección de las configuraciones de la moto. Podremos pedir ayuda a un ingeniero que nos proveerá con una gran cantidad de consejos, que variarán en función del equipo al que pertenezcamos, pero que en general nos permiten sacar más partido de nuestra máquina. La personalización de la moto permite a los aficionados a la mecánica sacar sus dotes a relucir, y trabajar en sus vehículos tanto como quieran. Para los que no quieran preocuparse de estos detalles, un asistente nos permite seleccionar una configuración adecuada con una única pulsación de botón.
Centrándonos en el pilotaje, lo cierto es que nos ha llamado la atención el grado de respuesta del personaje, muy afinado y cercano a la realidad. Debemos considerar aspectos como el peso de la moto, así como sus ajustes técnicos y las condiciones de la pista y la meteorología. No se trata de un tópico, estos aspectos influyen de manera muy visible en las sensaciones del jugador y en la reacción del piloto ante nuestras órdenes. Puede llegar a frustrar en los inicios, sobre todo si se persigue la idea de que las curvas son sencillas y que nuestro objetivo es acelerar más que los demás. La dura realidad nos golpeará en estos casos, y nos daremos cuenta que llegar a trazar bien una curva supone una pequeña alegría, amén de unos valiosos segundos.
Lo Mejor
La fidelidad al pilotaje tanto física como visualmente
Buen número de modos de juego
Gráficamente notable pese a algunos detalles
Personalización del estilo de juego
Lo Peor
Dificultad inicial elevada
Tiempos de carga algo extensos
Público muy simple, ausencia de banda sonora en carrera
Su exigencia como simulador puede llegar a frustrar a cualquiera