Por no hablar del otro gol anulado a Raúl, de la jugada que cortó a Higuaín sólo ante el portero, del otro penalty a Drenthe, de la falta del gol del Atleti que no fue, de las muchas tarjetas que perdonó y, en mi opinión, de la muy injusta expulsión de Van Nistelroy (de esas hubo 6 ó 7 en el partido, la mayoría del Atleti).
En el Atleti deberían pensar que el resultado, sin el árbitro, habría sido igual que con el Barcelona, y tomar pronto algunas decisiones...